La gramática de la fantasía: Antecedentes



"Espero que este pequeño libro sea igualmente útil a quien cree en la necesidad de que la imaginación tenga un puesto en el proceso educativo; a quien tiene confianza en la creatividad infantil; a quien sabe el valor liberador que puede tener la palabra. «Todos los usos de las palabras para todos» [...] No para que todos seamos artistas, sino para que ninguno sea esclavo."
 (Rodari, 1983)

Aquellas personas que escriben tienen, la mayoría de las veces, una razón por la cual lo hacen. Es posible que una historia nazca desde sus adentros y pida con todas sus fuerzas salir o que los escritores deseen ayudar a alguien, inclusive a ellos mismos, y por ello escriben. Todos tenemos antecedentes, sucesos que pasan previo a algo que nos cambia, que cambia a los demás.
Al iniciar un escrito, implícitamente, le damos cuerpo y voz a un deseo. Entretener, conmover, ayudar, sanar, sorprender, herir, creer, reflexionar... Cuando escribimos enseñamos, aprendemos, creamos, destruimos y comprendemos que somos más allá de lo que los ojos ven y lo que los oídos escuchan; somos lo que mueve al alma con las palabras.

Rodari, en los antecedentes de su obra nos deja conocerlo un poco; nos cuenta una parte de su historia, su motivación por escribir, sus deseos con un texto como este. Él, como todo escritor que tenemos dentro, reconoce el valor de la palabra y busca que lo comprendamos a fondo, que creamos en ella y en lo que podemos ser capaces de crear. Nos hace parte de un todo, unido por las palabras y por el poder que estas tienen. En ocasiones, podemos sentirnos presos de nosotros mismos y necesitamos recurrir a ellas, las palabras, para liberarnos. Ya sea que creemos algo que los demás consideren arte o no, el escribir va mucho más allá de eso. Escribir nos hace existir, por un momento, nos hace cambiar el mundo, nos hace crear nuevos mundos; escribir nos compacta y a la vez nos vuelve extensos como el universo mismo, escribir nos hace sentir, y no hay nada más poderoso que eso.


Tal vez un día nos recordarán por escribir, quizá de esa manera sabrán que existimos (no en tiempo pasado, sino presente, ese día seguiremos existiendo).



Fuente:
Rodari, G. (1983). La gramática de la fantasía. Barcelona, España: Editorial Argos Vergara, S.A.







Comentarios

  1. Anónimo12.7.18

    Me encantó tu comentario porque es muy artístico. Tienes razón. Todos tenemos una razón para escribir, incluso el autor mismo del libro. Muchas veces ni siquiera pensamos en por qué queremos escribir sino solo qué. Me gusta cómo comparas escribir con existir porque yo también lo hice en mi acróstico del blog #1. Parece ser una idea popular y trae a mente la pregunta "¿por qué?". Tal vez es porque nos importa mucho el tema/acción. Incluso con este texto demuestras cómo la escritura se te da y que es muy importante para ti.

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