"Desnúdate el alma", me dijo
"solo después de las nueve",
mientras daba una calada,
mientras acercaba su mano fría
y pasaba sus dedos lentamente
por sobre mis labios
"Desnúdate el alma", me dijo
"que nadie sepa que lo haces conmigo",
mientras metía su mano en mi pecho
y jugaba a tocar el piano
"Te amo", me decía entre códigos,
"siempre serás mía", entre tinieblas
"desnúdate el alma",
"te quiero conmigo,
pero solo después de las nueve".
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